lunes, 5 de enero de 2015

Catherine


Acabo de terminarme Catherine. No, esperad vamos a hacer una cosa. Considero necesario que, antes de empezar el análisis el, me deis un minutito de nada para poneros un poco en situación, pues espero que con ello entendáis hasta qué punto es insólito todo esto. Veréis, hace 4 horas que debería haber salido de casa para coger un tren hacia Santiago, y en lugar de eso acepté levantarme al día siguiente a las 7 y media de la mañana para así coger barco + tren y estar en la facultad justo a la hora a la que empiezo las clases. Poco importa que tuviera suerte y lograse pillar el último tren de esta noche: lo relevante es el hecho de que, a fin de poder ver hoy el final de Catherine, accedí a meterme un palizón a golpe de lunes y en ningún momento sentí el menor arrepentimiento.


Un detalle importante: tal y como comenté antes del parón, la jugabilidad nocturan de Catherine no conectó para nadísima conmigo, lo cual hizo que al final me decidiera por reiniciarlo en Muy Fáci y dedicar una horita en ponerme en donde estaba. A la vista de que este modo tiene sus propias fases muchísimo más sencillas y mil power ups chetísimos cada dos por tres y que incluso así hubo fases que se me hicieron cuesta arriba podemos afirmar tres cosas: 

1) que al igual que el resto de juegos de Atlus es complicado de pelotas.

2) que si solo te interesa el juego por su trama más te vale seguir mi ejemplo y no complicarte la vida. 

3) que soy un soberano marica por no pasarme el juego en Normal o Difícil como todo hijo de vecino.


En mi defensa diré que en este juego no soy el único calzonazos.

Pero... ¿qué tiene de especial la historia de Catherine para motivarme a realizar tan extraños a la par que deshonestos actos? Bueno, para empezar el hecho de que es uno de los pocos juegos "famosos" (nótense las comillas) que te plantean una trama adulta, conociendo asimismo la diferencia entre "maduro" y "sexual". Así, en Catherine adoptámos el rol de Vincent, un tío de 32 años que un día se despierta junto a la mujer de sus sueños, una jovencita llamada Catherine que además está perdidamente enamorada de él. ¿El problema? Que Vincent lleva años saliendo con una chica cuyo nombre también es Katherine y que ésta, además de querer casarse con él, está embarazada. Yipes, parece que alguien ha escogido el mejor momento para echar una cana al aire, ¿eh? Ah, sí, y por las noches tiene unos sueños rarísimos con carneros, bloques cayendo sin parar y donde al parecer si muere le sucederá lo mismo en la vida real, pero por el momento dejemos ese tema en el tintero.

¿Por qué me parece que la premisa de Catherine es tan buena? En primer lugar, por plantearnos (pesadillas aparte) un tema que podría tocarnos a todos como es el del compromiso y la paternidad, cosa que asusta a una buena parte de la población y con el que sin duda logra hacernos sentir identificados. En segundo lugar, por la figura del niño. Veréis, es muy difícil que si a mi me haces escoger entre una jovenzuela a priori perfecta que solo me pide sexo y diversión y una novia seriota, mandona y que cuando nos vemos siempre discutimos me quede con mi pareja, pues se supone que ahí habría una historia en común detrás y unos sentimientos de Vincent cara Katherine que el jugador desconoce. Esto no es una película, no puedes decirme que interprete un rol sin darme toda la información de mi personaje. Ahora bien, si embarazas a Kath ya no solo se trata de quererla a ella, sino de la responsabilidad hacia el niño.

En ese sentido Atlus me parece que se sale de la tangente de manera brillante. ¿Que cómo me planteas un debate moral jodido sin meterme horas de exposición conociendo a la chica con la que se supone ya llevo años saliendo? Metiendo en la ecuación algo novedoso pero que a su vez me ate la conciencia. Ya no es tan simple como decir "Nah, a la porra la morena que prácticamente no conozco y no deja de mangonearme, me quedo con la rubia explosiva y a vivir que son dos días", sino que entra en juego nuestro sentido de la responsabilidad para con nuestro futuro hijo. Quizás estoy malinterpretando las intenciones de Atlus a este respecto, pero independientemente de si tenían esto en mente cuando lo hicieron o no para mí es un tremendo acierto que me veo obligado a destacar.


Ay, cómo de feliz me pondría si hubiera más de esto...

Desafortunadamente Catherine tiene un par de detalles que se cargan bastante la experiencia. El primero lo llamo "el complejo de The Walking Dead", según el cual da igual las mil decisiones que tomes que al final pasarás por los mismos puntos y solo se modificará la cutscene final. Y es una tremendísima lástima, porque el juego realmente tiene material como para crear un árbol de decisiones con al menos tres rutas, pero en su lugar llegado a cierto punto se marca un giro que o amas u odias y se pasa por el forro el argumento hasta ese momento, colándonos entonces un buen puñado de fases del tirón y luego a por el vídeo final. Una vez más, quizás si hubiera dejado de lado la parte nocturna y centrarse totalmente en la diurna el juego sería mucho más amplio en ese aspecto, pero volvemos a entrar en la dicotomía "lo que ofrece" - "lo que yo buscaba". 

El otro detalle estúpido es el sistema de karma. Oh, sí, Catherine tiene un histriónico sistema de karma, y es cierto que una vez llegas al final tiene bastante más sentido del que a priori parecería, pero me parece absurdo que nuestra tendencia a una chica u otra se vea matizada por preguntas tan estúpidas como "¿Prefieres usar slip o boxer?" ¿Alguien me explica el por qué? Joder, para eso dale más peso a los mensajes de texto que podemos mandar a ambas chicas o el cómo les respondemos cuando hablamos, pero no mezcles churras con merinas que se va el conjunto a la porra. Y hablando de mezclas raras...


...y menos de esto.

La jugabilidad nocturna de Catherine son unos puzles muuuuuuuuuy bizarros y potencialmente complicados marca Atlus, los cuales a mi me sobraban totalmente pero sé de mano de otros bloggers que pueden llegar a ser muy entretenidos si te pones en serio con ellos. No entraré a valorarlos porque en Muy Fácil y tirando de potenciadores no soy quién para decir hasta qué punto están bien o mal hechos, pero las cosas como son: si esto mismo fuera un juego aparte y estuviera para Vita probablemente me pensaría el darle una oportunidad en plan arcade loco para cuando vas al baño. No digo ná y lo digo tó. Ah, y sus jefes son la hostia tanto en diseño como en bizarrismo.

Así que nada más. Catherine es un título raro que disfruté como un enano pese a sus fallos, pero no tanto como "videojuego" sino tomándomelo más bien en plan novela interactiva. Es cierto que quizás este acercamiento a lo To The Moon no sea el más adecuado para valorar todas sus facetas, pero teniendo en cuenta que me lo he pasado genial con este juego creo que no tengo nada más que pedirle a Atlus.

Bueno, sí, que tome nota de Catherine y meta en Persona 5 relaciones como las de los clientes del bar en lugar de los Social Links, que no por nada son muchísimo más orgánicas estas que los vistos hasta ahora en Persona 3 y 4.

NOTA: 8

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