Far Cry 3

Habiendo pasado ya casi un mes desde mi Let's Play de Far Cry 3, creo que es hora de recoger los puntos más importantes de aquel texto y dedicarle un artículo algo más serio y organizado al mismo. Ojo, con haberlo leído ya podríais haceros una idea de todo lo que me ha gustado y/o decepcionado de ese título, pero aún así tengo la sensación de que no le hace suficiente honor a un título de esta índole. Sin más, permitirme hablaros de una de las mayores sorpresas que me he llevado en este 2014 (y con la cual estrené mi nuevo PC master race).

Eres Jason Brody, un niño bien amante de las emociones fuertes que en plenas vacaciones con sus colegas es secuestrados por un grupo de piratas somalíes, los cuales tienen intención de venderos al mejor postor y volaros la tapa de los sesos como os pongáis demasiado protestones; por el lado positivo tenemos que tu hermano mayor tiene más cojones que un personaje de Tengen Toppa Gurren-Lagann y logra sacaros de ahí, pero como supondréis la contrapartida negativa es que el pobre acaba bien muerto durante tu escape y se inicia así una historia donde tus objetivos serán salvar al resto de tus colegas y asesinar al bastardo que ha matado a tu hermano.

O al menos de eso se supone que trata el Single Player. De lo que realmente va Far Cry 3 es de todo lo que haces entre misión y misión, ya sea echar una simple partida de poker con los isleños, cazar algún animal salvaje para mejorar tu equipamiento o (y esto es lo que más harás) disfrutar del placer de aniquilar a tus enemigos de todas las formas que se te ocurran. El combate en Far Cry 3 es gloria bendita, pues esa sensación de ser Jason en pleno campo de batalla es algo que no tenía desde... desde... no sé, ¿nunca? Vale que no he probado (aún) Crysis, pero esto es justamente lo que me imaginaba cuando la gente me hablaba de esos sistema de juego abiertos donde todo puede pasar. Por ejemplo, un día estaba masacrando un campamento enemigo desde un puesto de francotirador cuando una manada de dingos que pasaban por la zona decidió atacarme. Dado que estaban demasiado cerca para el franco, debí usar mi rifle de asalto y el ruido delató mi escondite al resto del campamento, por lo que tuve que huir a la foresta para que no me localizaran. 

Desafortunadamente para mí, con ellos había un maldito perro de presa y el pequeño bastardo los estaba conduciendo a mi posición demasiado rápido, por lo que en mi bendita ignorancia decidí usar la única arma arrojadiza que tenía en ese momento del juego para intentar despistarles. Esa fue la primera vez que usé un cóctel molotov, siendo el momento en el que el bosque se convirtió en un infierno de fuego uno de los mayures shocks que me llevé en esta generación. Lo sé, en Far Cry 1 y 2 ya se podía, pero lo que quería ilustrar con esto es el cómo un combate aparentemente normal acabó de una manera totalmente estrambótica por un elemento aleatorio del juego (los dingos), y más de la mitad de las veces que jugué me pasó algo similar. Y es genial.

Far Cry 3 es uno de los títulos más sólidos que he visto en mucho tiempo en lo que respecta a su jugabilidad. Barras de vida, botiquines, 4 armas, mejora de equipo mediante caza, habilidades de combate desbloqueables, toda clase de misiones opcionales de caza y asesinato para echar horas y horas... Os aseguro que con que me digáis que Far Cry 4 es lo mismo pero más grande tiene muchas papeletas para ser mi GOTY del año en que lo juegue. Ahora bien, los problemas llegan cuando metemos en la ecuación a la compañía que está detrás del juego: Ubisoft.

En serio Ubi, por qué. Dímelo porque no lo entiendo. Tienes un juego tremendísimamente sólido y con un equipo que se nota le puso ganas a la hora de hacerlo. ¿Por qué puñetas te empeñas en meterle mano al mismo y destrozarlo con tantas medidas populistas? Far Cry 3 es un sandbox maldita sea, y prácticamente todas las estratagemas de Ubi para caer bien al público masivo dañan la naturaleza del título. Constantes pop ups intrusivos que te restriegan por la cara qué debes hacer en cada momento, que al usar la cámara se marquen los enemigos automáticamente incluso cuando el juego te restringe el empleo de los demás zooms, reactivar la Ayuda de tiro cada vez que inicias partida, scrips "molones" en jefes y otros momentos que podrían (y deberían) ser totalmente ingame... ¡Y TODO ESTO SIN HABLAR DEL PUTO UPLAY DE LOS COJONES!

Puedo tolerar los bugs (que me salieron varios), que las armas no estén todo lo balanceadas que deberían (Rifle + Franco + Arco + RPG = God Mode) e incluso podría aceptar el hecho de que te restrinjan ciertas zonas con importancia argumental hasta determinados puntos del juego, pero realmente me duele ver cómo Ubi ha destrozado el trabajo de varios de sus equipos al obligarles a incluir todo esto, porque de verdad que me niego a creer que un equipo que hace un trabajo tan redondo se dedique a autoboicotearlo de una manera tan estúpida. No os voy a decir que dejéis de comprar Far Cry 3 por todo esto porque es un título divertidísimo que de verdad merece la pena jugar, pero el día que os pongáis con él ir mentalizados con que lo que tenéis entre manos es un juego de diez apaleado por su propia compañía.

NOTA: 8