martes, 16 de septiembre de 2014

Cómo entrar en el mundo del cómic: Introducción


Creedme cuando digo que soy el primer sorprendido de que a alguien le interese mi opinión. Cuando empecé en esto de los blogs nunca creí que llegaría el día en que alguien me pidiese opinión sobre qué leer o a qué jugar, y (reíros si queréis) os aseguro que la primera vez que alguien lo hizo tuve que leer un par de veces el mensaje porque no me entraba en la cabeza que eso estuviera pasando. Pero sucedió, y la verdad es que me hizo ilusión y, hasta cierto punto, alimentó un poquito mi ego.

A lo largo de estos últimos meses esto ha ido a más y varias personas han llegado a preguntarme por listas de títulos para entrar en el mundillo del cómic, y aunque siempre les respondí me quedaba la sensación de ser solo una versión resumida de todo, así que creo que es el momento de dar un paso más y poner toda la carne en el asador. ¿Jamás has tocado un cómic porque te parecen cosa de críos? ¿Tienes curiosidad por este formato pero no sabes por donde empezar? ¿Te apabullan tantos años de continuidad de las dos grandes? Tranquilo que esta y las próximas 5 entradas son para ti.



Lo primero y a riesgo de daros la brasa en plan profesor pesado permitidme dar un poco de contexto para que sepáis cómo está el mercado. Actualmente se podría decir que Marvel y DC Comics se reparten casi todo el pastel y de cara a la masa son las principales empresas del sector, pero un poco más lejos del conocimiento de la mayoría están Image o Dark Horse, las cuales quizás no os suenen pero son las casas donde nacieron The Walking Dead y 300. Asimismo, también podemos ir a editoriales más chiquirritinas con bastante menos promoción pero títulos de una calidad fuera de toda duda, como por ejemplo el famosísimo Maus o el algo más desconocido Blankets.

Bien, ahora que ya sabemos cómo está la situación vayamos al grano con las tres barreras típicas que se encuentra la gente a la hora de entrar al medio.

¿Tebeo, cómic o novela gráfica?


Mismo perro con distinto collar. O dicho de otro modo, etiquetas puestas a modo de publicidad, ni caso. Si queréis esto algo más extenso click aquí.

Oye, esto es muy caro, ¿no hay otras opciones?

Seamos francos, aunque esto es ilegalillo está claro que comprar cómics a lo loco es una puñalada a tu cartera, así que hablemos de descargas. La mayoría de archivos que bajéis llegarán en .rar, .zip, .cbr y .cbz. Los primeros es tan simples como descomprimirlos y ale, ya tenéis las páginas del cómic en una carpeta para leerlos. Los otros dos se abren con programas específicos como CDisplay 1.7, pero es tan simple como cambiar la extensión de cbr a rar y cbz a zip para saltarnos el uso de ese programa. Para bajarla pues como una peli, metéis el nombre de lo que queráis en google y a buscar (o, si sois vagos, probar antes por aquí, que esta página suele dar muy buenos resultados).

También podéis tirar de lecturas online o, no sé, bibliotecas, que aunque no lo parezca suelen tener una sección dedicada al cómic con un buen puñado de cosas de calidad.




¿Son los cómics cosas de críos?

No, para nada. Es cierto que el monopolio superheróico de Marvel y DC han dejado una huella casi imborrable en la sociedad a este respecto, así que casi cualquier persona que no haya leído un cómic en su vida pensará exactamente en la serie de Batman de los 60 con sus capitas, sus malos muy malos y, cómo no, el maldito batusi. Afortunadamente hace 30 años que las cosas han cambiado.

La verdad es que siempre existió un hueco para los adultos en los cómics, pero fuera del mercado más independiente era poco menos que una quimera que alguien con más de 13 años encontrase algo de su agrado... hasta los años 80. No diré que fueron los únicos culpables, pero es innegable que los trabajos Alan Moore y Frank Miller revolucionaron el mercado estadounidense. En una época donde los tebeos rozaban sus mínimos de ventas estos dos señores destrozaron completamente la figura del superhéore con obras del calibre de La broma asesina, El regreso del caballero oscuro o Born Again, cómics que reestructuraban a los personajes que todos conocíamos desde una óptica realista, dotándoles a su vez de profundidad y cambiando los típicos enfrentamientos a puñetazo limpio de bueno contra malo en... bueno, otra cosa con guantazos de vez en cuando pero dirigiendo el foco atencinal en el desarrollo psicológico de los personajes. 

Pero ojo, no solo en Marvel y DC las cosas cambiaron. En 1986 (mismo año de publicación del resto de títulos del párrafo anterior) salió a la luz el primero de los dos volúmenes de Maus, una crudísima historia que narra las desventuras del padre del autor durante la alemania nazi. Ni que decir tiene que este hombre era judío y que el cómic no escatima recursos a la hora de hacernos sentir presos de un campo de concentración, así que para que veáis si son o no un producto dedicado a niños pequeños.


¿Superhéroes y autobiografías, acaso es eso todo lo que hay? No, el mundo del cómic da para mucho, mucho más. Fantasía (The Sandman), crítica social actual (Pyongyang), ciencia ficción (La casta de los Metabarones), política (Eagle)... al igual que con los libros el mundo del cómic tiene géneros para todo el mundo, así que del mismo modo que la existencia de Crepúsculo no fagocita los clásicos de Shakespeare que los tíos con los calzoncillos por fuera sean mayoría no significa que no existan otras opciones (ni que todo lo relacionado con Superhéroes sea nefasto). Sin embargo, dije que esto sería una introducción y creo que no tiene sentido alargarla mucho más. Durante los próximos días se publicarán otras cinco entradas, centrándose cada una en uno de los siguientes temas: Marvel y DC, Vertigo, Cómic independiente, Manga y Series para el futuro. Sin más, espero haber captado ya vuestra atención y que, cuando dentro de dos días publique la siguiente parte de este especial, le echéis un ojo y concedáis una oportunidad a un formato que os puede dar muchas alegrías.

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