lunes, 14 de enero de 2013

Home


Home es un juego de terror que se disfruta más cuanta menos información tengáis al respecto, así que ya os lo digo a todos los que todavía no lo tenéis: no leáis esta entrada hasta que hayáis  terminado Home. Esperad a las rebajas de Steam, compradlo por 67 céntimos como hice yo (sin rebaja está a 2€, 3 dólares en la página del autor) y jugadlo un día que tengáis sobre hora y media libre para pasarlo del tirón (si lo hacéis con las luces apagadas y cascos puestos mejor que mejor). Que sí, que está en inglés, pero confiad en mí, es un inglés muy básico, cuesta menos que un café, tiene 22 finales posibles en función de lo que hagáis y a poco que os gusten los juegos de terror y las historias enrevesadas os encantará. Ahora bien, si ya lo habéis jugado o tenéis demasiado miedo para catarlo no dudéis en leer lo que viene a continuación...

¿Ya? Aviso que lo que viene a continuación puede joder muy mucho el juego a los que no lo hayan pasado y que no habrá más advertencias. Pues al lío. Home nos pone en la piel de un amnésico (original, lo sé) que se despierta en una casa desconocida junto a un cadáver también desconocido. Es de noche y no hay electricidad, por lo que lo único que podremos emplear en nuestro regreso a casa será nuestra pequeña linterna, lo cual no sería un problema de no ser porque no tardaremos en sentir que no estamos precisamente solos... 

Y recalco muy mucho el sentir, pues ahí radica lo mejor y lo peor de Home: consigue hacernos sentir preocupación, inquietud y miedo por nuestra vida, pero es virtualmente imposible morir. Sí, por esto no quería que nadie leyese esto antes de jugarlo (y de ahí que no ponga lo de nuestra inmortalidad en negrita, pues algún despistado podría entrar y leer por inercia la negrita y joderse la sorpresa). Mientras no nos demos cuenta de ese detalle todo irá bien, pues estos píxeles transmiten más cague que muchos juegos en 3D gracias sobre todo a un excelso uso de los sonidos ambientales (ese portazo antes de salir de la casa me puso los huevos en la garganta) y de la falta de música en prácticamente todo el juego (sin desmerecer por ello el apartado visual, pues detalles como las pintadas o los ojos por el bosque consiguen causar auténtico malestar), mas en el momento en que abramos los ojos ante la realidad casi toda la ambientación se irá al traste. Sí, algún que otro susto nos dará con un ruido fuerte o con detalles especialmente tétricos (ver la cinta de vídeo de la presa da mal rollo sepas que eres inmortal o no), pero la seguridad de que no nos pasará nada malo independientemente de cómo juguemos seguirá ahí cargándose gran parte de la magia del juego.


Ahora bien, ¿le hace más mal o bien la falta de mortandad al juego? La verdad, no lo sé. Por un lado es un mazazo horrendo en la ambientación, de eso no hay duda, pero a su vez permite una rejugabilidad más rápida. Imagináos por un momento tener que  estar escondido de un enemigo las más de veinte veces que os pasáseis el juego para encontrar todos los finales, o tener que repetir casi una hora de juego (ahora hay guardado automático, pero en el momento en que salió a la venta no existía) porque un enemigo o una trampa nos ha partido en dos sin previo aviso; no digo que no estaría genial que Benjamin Rivers hubiese ideado diferentes formas de afrontar el juego para que esas 22 partidas fuesen realmente únicas, mas sería muy injusto por mi parte analizar un juego en base a lo que pudo ser y no a lo que es.

Por si todavía alguien lo dudaba, Home es un juego que o amas u odias. Su historia nunca termina de explicarse (es más, al terminar el juego se nos invita a cierto website para poner nuestra interpretación de los hechos) y solo los compases finales dependen de nuestras decisiones, lo que significa que si quieres desbloquear todos los finales tendrás que jugar prácticamente lo mismo una y otra vez con cambios solo en el final del juego (los cuales pasan desde simples modificaciones en el texto final hasta terminar pegándonos un tiro a causa de las elecciones que tomemos). Pese a ello, creo que realmente merece la pena su compra. Es muy barato, lo que hace que si no nos gusta no perdamos gran cosa, es una experiencia diferente (y no precisamente al estilo Superbrothers...) y si os engancha tendréis juego para rato, pues desbloquear todos sus finales e intentar formar nuestra propia  versión de los hechos da entretenimiento para rato. Tiene errores, sí, como que los cambios deberían haber estado menos centrados en el final y más a lo largo del juego para dar mayor libertad al jugador y está la polémica de la no muerte, pero aún así no lo veo para nada una mala inversión.

NOTA: 6

No hay comentarios:

Publicar un comentario