Así es. Damas y caballeros, tengo el placer de presentaros el primer y único juego hardcore de Kinect, el cual nos demuestra que esa cámara que costaba más de 100 euros en el momento de su salida realmente vale para los jugadores experimentados y que nos permite experiencias de juego nuevas y satisfactorias. Ja. Ja ja. Jajajajajajajajaja no que coño, Kinect es una mierda y este juego la mejor prueba posible de que los controles de movimientos mediante cámara son actualmente un despropósito para juegos de índole tradicional. Así, permitidme explayarme durante los próximos párrafos sobre cómo un juego que podría haberse convertido en una interesante propuesta pasa a ser algo ante lo que poner mucha tierra de por medio.
Aquellos que me conozcan más allá del blog afirmarán que, pese a criticar prácticamente todo lo que consumo, siempre trato de entretenerme con ello. Arañas asesinas es una puta mierda de película, pero la vi con una sonrisa en la boca; la adaptación fílmica de Battle royale es la definición viviente de la palabra "aberración" y sin embargo me la tragué enterita de la forma más divertida que pude; Un príncipe para Corina me parece vergonzoso pero le dediqué hasta una entradilla. Sin embargo, quizás notéis algo en común a estos tres productos: son televisivos, y no requieren de mi participación para funcionar. Además, por lo general son cortos, de como máximo una hora y media dos horas y que consumo acompañado, por lo que si la cosa es cutre, entre los dos (o diez) que estemos viéndolo terminamos todos riéndonos (o babeando a dúo del sueño, que también me tiene pasado).
Ahora bien, si estoy solo la cosa es diferente, pero no por ello me amargo. ¿El libro que tengo resulta ser un aburridísimo? Puedo saltarme párrafos o incluso páginas para terminarlo antes. ¿Es un cómic muy cutre? Mismo mecanismo, todo sea por saber como termina y darle carpetazo. Pero... ¿y qué pasa con los videojuegos? ¿Qué se supone que debemos hacer cuando un juego es tan malo que deseamos con todas nuestras fuerzas que se acabe? En el 99% de los casos es imposible saltar lo que estás haciendo para avanzar en la trama, pues hasta que por ejemplo derrotas al jefe de turno no puedes continuar la partida.
Dejemos este tema por un momento y volvamos ahora a mi caso. Soy un capullo masoquista que de vez en cuando mira pelis malas con amigos para reirse de las mismas, ¿qué me impedía alquilar este juego para echarme unas risas junto a mi hermano? Ni corto ni perezoso aproveché un fin de semana de tres días para traerlo para casa, pues desde que el banco me regalara la Xbox con el Kinect no había probado ni un solo juego para la camarita de marras que fuera minimamente decente. Llegué a casa, lo metí en la consola y, tras aproximadamente 15 minutos de actualizaciones, reinicios y demás gilipolleces que al parecer solo sufro cuando pongo el aparato este, pude ver el primer problema del juego.
La cámara petardea constantemente para captar al jugador. Es vergonzoso que me tire casi 10 minutos en el menú principal porque cada vez que me intento entrar me pierde de vista. "Por favor, muévase un poco a la izquierda". "Por favor, avance un poco". "Está fuera del área de juego, por favor, retroceda". Me cago en la leche, "¡Pero si no me he movido! Si cuando lo único que he hecho es estar de pie esperando a que funciones me pierdes de vista tantas veces, ¿qué diablos pasará cuando empiece a jugar?" Me dije. La respuesta es "te seguirá perdiendo de vista constantemente", cargándote la poca inmersión que haya en ese momento.
"Bueno, no dejemos que esto nos deprima, veamos qué sucede a continuación", me dije. Así pues, le di a empezar y aparecí en un castillo, el cual sirve de prologo/tutorial que con un mando podríamos terminar en cuestión de 2 minutos... pero aquí se puede alargar fácilmente hasta los quince. ¿Razón? Este juego pide a gritos botones. Estás en un juego de terror en primera persona, ¿cómo de importante será mover la cámara? Respuesta: muchísimo. Imaginad mi cara al descubrir que para mover la cámara debes inclinar el hombro en dirección a la que quieres mirar y esperar a que tu personaje comience a rotar, tardando sobre 5 segundos en darse la vuelta. Y nosotros quejándonos de las torretas del Resident Evil...
Y One pretende tener este pequeño cáncer obligatorio. El mundo está loco.
Una reacción similar tuve cuando vi el resto del gameplay. ¿Caminar? Extiende una pierna y aguántate con el ritmo que decida tomar tu personaje. ¿Interactuar con objetos? Extiende la mano, espera a que aparezca el icono de la mano en pantalla, apunta con la mano a donde quieres tocar, espera a que se llene la barra de acción con la mano estática y realiza el movimiento lógico para ese objeto (girar la mano si es una puerta, mover la muñeca para voltear una carta...). Y ey, todo esto rezando de que Kinect no pierda de vista tu mano y tengas que volver a iniciar el movimiento u olvide tu presencia y decida que has "abandonado la zona de juego", cosa que me pasó no pocas veces cuando lo único que hacía era estar de pie en el mismo sitio.
Y atentos, que aún no he hablado de los combates, pues eso merece una atención especial. Para bloquear levanta los puños, para pegar golpea el aire y si das una patada tu personaje te imita. Ahora hazlo mientras recuerdas que la cámara de pierde a menudo y que a veces no hace lo que tú quieres (bloqueas e interpreta que quieres pegar, comiendote un guantazo en toda la boca por esto mismo).
Aún así, y por increíble que parezca, no es esto lo peor que tiene Rise of Nightmares. Lo que realmente me hizo dejarlo es la sensación de estupidez constante del juego, pues es como si estuviera hecho para decirme "Eh, mira, gracias a Kinect puedes agacharte y que tu personaje lo haga, girar la mano y que tu personaje lo haga e incluso moverte y que tu personaje lo haga, ¿NO ES GENIAL?" Pues no joder, no solo no es genial sino que enlentece horrores el ritmo. Me tiré una hora y media jugando y la sensación que tenía al apagar era de que con un mando y un control decente habría llegado a ese punto en tan solo 15 minutos.
Realmente quedé asqueado tras mi única sesión de juego. Ya no es solo la sensación de que está muy mal hecho, sino el detalle de que realmente creo de que si se hubieran centrado en hacerlo "a la vieja usanza" hoy día estaría mucho mejor valorado, pues la premisa me pareció interesante y actualmente no hay lo que se diga demasiada competencia en el género del terror. Sin embargo, así no. Rise of Nightmares no solo es un juego mal diseñado, sino que también se trata de una oportunidad perdida, y eso es algo que no puedo perdonar. ¿Mi consejo? Alejaros de este juego todo lo que podáis. Y si no tenéis Kinect no perdáis el vuestro dinero comprándolo, no merece la pena ni regalado.
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