Little inferno

Ante todo, esta entrada no debería publicarse todavía. Como sabréis, a fin de que el blog no sufra parones durante mis exámenes llevo un ritmo "considerablemente acelerado" de escritura de entradas en comparación a las que se publican. ¿Que a qué me refiero? Pues que pese a escribir esto el día 2 de junio tengo entradas programadas hasta el 17 de julio, por lo que lo suyo sería publicarla en ese momento, tanto para respetar el orden como por el detalle de que se subiera primero la de World of goo, anterior trabajo del creador de Little inferno. Sin embargo, ahora mismo Little inferno está disponible para comprar al precio que queramos en el Humble Indie Bundle 8, así que creo la posibilidad de que alguien dudoso lo compre (o no) en función de mi opinión hace que esta entrada tenga alta prioridad. Y qué coño, quiero marujear un poco al respecto de este juego.

Must see.

Proteus

Proteus es... erm... esto... un... ¿juego? Que nos darán en el último humble bundle si pagamos más de la media. Y... ejem... hum... es un simulador de paseos en una isla de píxeles. Y ya. Lo único que haces a lo largo de Proteus es pasear, ver el paisaje, pasear, ver arbolitos, pasear, seguir paseando... y pasear.

Thomas was alone

Ains, los bundles, esa belleza hecha oferta donde por un mísero euro podemos llevarnos montones de juegos. Así, cuando en este último indie bundle (el octavo) vi este juego en el pack no dudé más. Es cierto que no había visto más que unas pocas imágenes sueltas, pero muchísima gente me había hablado maravillas del mismo, así que me dije "Why not?". Lo que no me esperaba es un juego tan... cómo decirlo... descompensado.

¿Parece repetitivo? Pues creedme, lo es durante una buena parte del juego.

El resplandor

Bueno, finalmente llegó la hora de reseñar este tándem "película-libro". La verdad, dudo extenderme mucho con esta entrada, pues hace meses que leí el libro y semanas que vi la película, siendo los exámenes la causa de este retraso a la hora de publicar mis conclusiones al respecto. Sin más, empecemos, aunque ya aviso que si sois muy fans de Kubrick podéis pasarlo moderadamente mal en esta entrada.

Blankets

Podría poner las típicas chorradas de "dolorosamente hermosa", "prodigio de ingeniuidad y poesía" o "el shooter puro", pero para eso ya está la contraportada y no es mi estilo. Simplemente os diré que os leáis Blankets. Es un tocho en blanco y negro de casi 600 páginas escrito y dibujado por Craig Thompson que no tiene nada que envidiarle a cómics como Maus en lo que a narrar una historia adulta se refiere.

Los pájaros

Hola soy mujer y tengo una deficiencia severa en la mitad de mi código genético por eso cuando un hombre me confunde con la encargada de una pajarería finjo controlar de pájaros aunque no tenga ni la más remota idea de los mismos y acaban escapándoseme un par de ellos por la tienda y tras una conversación de más de cinco minutos con un desconocido me enamoro y sé qué es el hombre de mi vida y que tengo que demostrarle que soy especial y compro unos love birds para la hermana pequeña del desconocido cuyo nombre todavía desconozco pero no me importa y descubro su nombre y donde vive pero resulta que salió este finde a casa de su madre a 100 Km de San Francisco y decido perseguirle porque no voy a esperar hasta el lunes para darle la sorpresa y entonces llego al pueblo e interrogo a todo el mundo para saber quién es y donde vive y alquilo un barco para cruzar el lago para colarme en su casa para dejarle una carta y los pájaros en una mesilla sin que se entere y cambio de idea rompo la carta y dejo los pájaros y me escap oantes de que me vea porque es abogado y me demandaría por allanamiento de morada y ¡Soltadme joder no estoy loca cabrones es lo que haría cualquier mujer coherente en los años 50 dejadme no estoy loca!

Expotaku A Coruña 2013: Decepción mayúscula

¿Tetas en el cartel? Empezamos bien...

Lo puedo decir más alto pero no más claro: la Expotaku de este año me ha sentado como una patada en los huevos. Y no, no es por lo del cartel, que me pelease o porque se pusiera a llover a medio camino (tranquilos, no me sucedió nada de eso) sino por lo que me encontré al llegar allí: merchandising por todas partes pero ni un puto cómic.